Tarde de horas lentas
Las ramas de los árboles
bailan danzas ancestrales
al compás de las canciones
que silba el viento…
Tarde de taza caliente
entre las manos.
La luz, hoy se escondió
en un agujero,
el día se quedó
huérfano de sol…
Tarde de horas lentas.
Tarde de perros…
Y hoy me doy cuenta,
no me gustan las tardes grises,
porque tornan pesada el alma…
Los recuerdos se adhieren a la piel
y me arrastran hacia la nostalgia,
vuelven miedos y temores
que dormían,
se espabilan
con el ruido de la tormenta,
con el ulular de la ventisca.
Tarde quebrada,
me fumo la niebla.
Tarde de perros.
Tarde de horas lentas…
Mención Especial Concurso Poesía Alacalle.com,
de marzo 09 Tema: Tarde de Perros